El está ahí con su saco verde y su remera blanca mirándome con esos ojos como si supiera lo que pasa. Quiero sacarlo de ahí, arrancarlo para que venga y me diga como, porque si el lo dice todos lo respetan, bueno al menos yo lo respeto y eso me basta… los demás q son? Y el francés a su lado como si se complotaran en seguir alterando mi estado, porque el también sabe que tiene mi cura pero a la vez mi perdición, y se guiñan los ojos, se ríen y me asusto. Basta dénmelo o dejen de mostrarme sus dientes. Basta ya no quiero.
Y si esas mismas fisuras son las que te hacen en la cabeza y lo se y lo sigo consumiendo y un flequillo ensordecedor grita en un vaivén desenfrenado sin saber que más allá hay otra cosa mas grande mas profunda mas siniestra que jamás comprenderá porque no le alcanza. Y no le alcanzará. Mientras el circo este montado y siga gritando en él no le alcanzará.